martes, 18 de octubre de 2011

Actividad fisica y Envejecimiento

Uno de los conceptos más relevantes al tratar el envejecimiento y su relación con la salud, la capacidad física y la calidad de vida, es sin duda el de la capacidad funcional, definida también como “estado funcional”. Este es un factor determinante en el análisis de los efectos del envejecimiento, y al mismo tiempo es uno de los factores que, más que la edad cronológica, reflejan este proceso.

Gran parte de la investigación en el área, está orientada a determinar los efectos del envejecimiento en esa capacidad y el impacto de la actividad física y el ejercicio en la evolución de la misma. La importancia de esta función fue consolidada por la Comisión Americana de Dolencias Crónicas y de la OMS que iniciaron el desarrollo de una base científica para medir el estado funcional. A partir de entonces, numerosas investigaciones e instrumentos fueron desarrollados para examinar los factores clave de la salud funcional: actividades de la vida diaria (AVDs), actividades instrumentales de la vida diaria (AIVDs) y variables psicológicas y sociales que son básicas para la calidad de vida de los adultos mayores /HEKKINEN R 1998).

En los últimos años se han publicado conceptos similares relativos a estos términos llamados capacidad o estado funcional, o aún función física. La capacidad funcional fue definida por WENGER et al. (1984) citado por UENO (1999) como la capacidad de realizar las actividades de la vida diaria de forma independiente, incluyendo actividades de traslado, actividades de auto-cuidado, sueño adecuado y participación en actividades ocupacionales y recreativas. CASPERSEN (1994) considera la función física como la habilidad de desempeñar tareas y actividades de la vida diaria. De acuerdo con HEIKKINEN R (1998), el estado funcional puede ser definido como la habilidad personal de desempeñar actividades necesarias para garantizar el bienestar, conceptualizando de esta forma la integración de tres dominios: biológico, psicológico (cognitivo y afectivo) y Social.

Así, la salud y la habilidad funcional son de crucial importancia en la calidad de la vida social del individuo, porque determinan el nivel en que este puede participar de forma independiente en la comunidad, tomar parte eneventos, visitar a otros, hacer uso de servicios y facilidades de la sociedad, logrando enriquecer su vida y la de aquellos con quienes convive.



La disminución o pérdida de la capacidad funcional lleva a la discapacidad funcional, que en muchos casos es consecuencia de las pérdidas asociadas al envejecimiento pero principalmente a la falta o disminución de la actividad física asociada al aumento de la edad cronológica, que deriva en perdidas importantes en la condición cardiovascular, fuerza muscular y equilibrio, los que en gran parte son responsables por la declinación de la capacidad funcional.

La prevalencia en estadounidenses de esta condición de discapacidad física alcanza a tasas del 20%, considerando que generalmente en la última década de la vida esta proporción aumenta (SHEPHARD 1997). Con el propósito de determinar la relación entre los factores de riesgo para la salud y la discapacidad, VITA et al. (1998) estudiaron longitudinalmente una cantidad de 1.700 alumnos, durante 24 años, analizando la mortalidad y factores como el tabaquismo, obesidad (por el índice de masa corporal) y el nivel de actividad física (minutos de actividad física intensa por semana). Los individuos que presentaron más factores de riesgo tuvieron el doble de índice de discapacidad en comparación a los que acusaban bajo índice de riesgo. Un hecho interesante fue que el inicio de la discapacidad fue retardado en más de cinco años en el grupo de bajo riesgo en relación al de alto riesgo.

De esta manera se constató que el ejercicio, el tabaco y el índice de masa corporal en la mediana edad y al final de la edad adulta, son predictores de la discapacidad y lo más importante es que no solamente las personas que tienen mejores hábitos de salud viven más, sino que además de eso en estos individuos la discapacidad es retardada y limitada a algunos años al final de la vida,

En esta perspectiva, se incluye otro concepto fundamental, como lo es el de la autonomía. De acuerdo con HEIKKINEN E (1996) la autonomía puede ser percibida a partir de diferentes miradas, desde la política o la moral, con términos que han sido aplicados como sinónimos, como por ejemplo, auto-determinación, autocontrol, autocuidado, control personal, libertad e independencia. Sin embargo, de acuerdo con el autor, la autonomía es un valor y una característica del comportamiento libre de presiones externas y conflictos internos. También cita la que parece ser la definición más simple y completa propuesta por PIETARINEN (1994), como “la habilidad del individuopara organizar y ejecutar sus planes”.

De manera similar, HEIKKINEN (1998) considera la autonomía como una característica que mejora la calidad de vida y que enfatiza la Independencia, la capacidad de enfrentar solo la propia vida y tener el control sobre ella.

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